¿Os habéis parado a pensar que son
muchas las costumbres que vamos adquiriendo de otros países? Por ejemplo, por ejemplo,
Halloween, Papá Noel, el calendario de adviento,… ¿qué os parecen? Pues a mi,
algunas me gustan más y otras no. Pero entre las que me gustan se encuentran los
calendarios de Adviento.
Pues
bien, este año me ha picado el gusanillo de preparar junto con mi hijo el nuestro.
Dedicamos toooooda una mañana de sábado a pegar washi tapes, a troquelar, a recortar
y más washis por aquí y otra vez a troquelar por allí. Como os podéis imaginar disfrutamos un montón. Y el 30 de noviembre pusimos nuestro árbol de washi en la pared y colgamos todas las bolsitas. Éste fue el resultado:
Algunos sobres más en detalle
Lo que hay dentro de cada bolsita es
un secreto y las tuve que preparar mientras Andrés dormía porque si no perdía
el encanto. Os puedo dar una idea de lo que hay, pero si me prometéis que no os
vais a chivar, así que acercaos para que os lo cuente por lo bajini... (shhhhhh)... un cochecito, una chocolatina, un vale por muchos besos y abrazos,
alguna chuche, hacer galletas, ir al teatro, adornar la casa para la Navidad, algún tesoro que encontrar por la casa y
así hasta 24 días con sus 24 sorpresas.
Como os podréis imaginar Andrés está
encantado con la idea de encontrarse con una sorpresita diaria, ¡y quién no!,
el único inconveniente es que se levanta más temprano todavía para abrir el
sobre y eso ya no está tan guay.
Espero que os haya gustado.